Proceso creativo
El primer paso fue documentarme, buscar carteles que llamaran mi atención. Con los elegidos, que podían tener cualquier temática, hice una presentación, explicando qué me parecía curioso y el porqué de su composición; analicé tanto qué me transmitían como qué tenían en primer plano, el porqué de los colores, el público al que iban dirigidos…
Elegí carteles actuales y antiguos, publicitarios, de películas o propaganda política.
Un ejemplo es este que se usó para la película: El acorazado Potemkin, 1925. Pertenece al cine mudo, está basada en hechos reales y muestra el momento en el que los marineros de ese buque se revelan ante el régimen zarista en Rusia.

Una vez dentro de “este mundo”, me informé sobre el tipo de cartel que iba a crear, el de Cabalgata de Reyes. A partir de ahí comenzaron la lluvia de ideas, los esquemas sobre los elementos qué quería partiendo de una idea principal, los primeros bocetos…
Esquema, bocetos...
Al tener una idea de la que partir, en mi caso un libro pop-up, y decidir qué quería incluir dentro de él, me agobiaba pensar no saber cómo empezar a hacerlo, cómo usar Photoshop para llegar a algo similar a mi boceto. Afortunadamente me di cuenta de que esas ideas nos bloquean y nos impiden avanzar. Por tanto, fui paso a paso, afronté los obstáculos cuando estuve ante ellos.
A la hora de elegir color, elementos a añadir y cómo darle forma, me inspiré en un cartel con esta temática -libro pop-up- y comencé a hacerlo con Photoshop.

Mi cartel está compuesto por distintas capas que he ido añadiendo -bien para hacer un libro o para formar el Ayuntamiento de Ocaña-, estas capas las calqué de forma individual y así creé los distintos elementos que dan lugar a mi proyecto. Tras tener aquello, añadí detalles como textura, tipo de letra o un color uniforme; este paso ha sido muy importante porque me ha hecho detenerme en determinar y ver estos elementosl.
Una vez tenía el cartel, quedaba jugar con los detalles y finalmente elegir. Este es el cartel definitivo y debajo, un ejemplo de cómo quedaría una vez expuesto. Para verlo en una situación real he utilizado una plantilla o Mockup y Photoshop para incluir el cartel.

En cuanto a mi opinión, este proyecto me ha resultado muy productivo, he aprendido aún más sobre cómo usar Photoshop; un programa en el cual cuanto más te adentras, más te sorprende. Además, me ha servido para vivir un “día de entrega”, vivir momentos en los que el cartel parece que puede contigo, momentos de desesperación porque ya no ves nada, no sabes qué añadir, qué va mejor; pero también para vivir momentos de felicidad y entusiasmo al verlo acabado y poderte sentir satisfecho con tu trabajo. Por último, una vez más me ha ensañado a ver, a fijarme en los detalles, a analizar. De cara a un futuro espero seguir mejorando, ajustar mejor el tiempo y ser menos “agonías”.
Diciembre de 2017, Isabel García Martínez.
